Desde tiempos antiguos, filósofos griegos han atribuido la creatividad del arte al inconsciente humano. Qué es sino el inconsciente, podemos describirlo como un espacio donde se albergan pensamientos, sentimientos, impulsos y recuerdos que están más allá de nuestra consciencia, capacidades y talentos latentes que no podemos controlar.

La creatividad y el insconciente

Desde tiempos antiguos, filósofos griegos han atribuido la creatividad del arte al inconsciente humano. El inconsciente podemos describirlo como un espacio donde se albergan pensamientos, sentimientos, impulsos y recuerdos que están más allá de nuestra consciencia, capacidades y talentos latentes que no podemos controlar. El arte de la pintura, como cualquier otro, es un medio por el cual se comunican sentimientos y emociones a los espectadores, recayendo en el artista una fuerza social y una autoexpectativa de superación. El arte abstracto no es más que el reflejo auténtico del artista, donde conecta con su mundo interno inconsciente y expresa su personalidad pura.

 

Freud con su psicoanálisis distingue que la creatividad se origina en un conflicto inconsciente, que proviene de la energía de una pulsión sexual. El proceso creativo empieza cuando al suprimir (sublimar) un impulso sexual, este se representa de una forma aceptable para la sociedad, aportando valores y símbolos culturales. En el proceso de represión existen distintas formas de transformar ese impulso, destaca la sublimación en el arte, que se relaciona a la representación de forma plástica, satisfaciendo la pulsión.

 


La sublimación y el arte abstracto


Sabiendo que la sublimación es el medio de suprimir una pulsión de una forma plástica, en este contexto, el arte abstracto se puede considerar como una manifestación de la misma. En las obras abstractas, los artistas tienen la posibilidad de canalizar sus emociones en obras que no representan un objeto concreto, sino sus ideas, expresiones o sentimientos, de forma que ilustra y ejemplifica de una forma fiel la sublimación. A esto le podemos añadir el pensamiento del filósofo romántico alemán Schelling, quien abogaba que el nacimiento del arte provenía del inconsciente.   


En el arte abstracto, los ideales, tendencias y valores estéticos de la época guían al artista creando nuevos significados culturales, aportando innovación en el ámbito artístico.  Lo abstracto al evadir la representación literal de la realidad, se convierte en un vehículo de libertad creativa que se ejemplifica en expresiones artísticas profundas y simbólicas. Estas obras no sólo reflejan la esencia vital de la pulsión primaria, sino que también enriquecen la cultura al ofrecer nuevos significados, aumentando el patrimonio histórico. 

Ernesto Sabato define al inconsciente como un mundo oscuro y tenebroso, del cual no tenemos control pero el sí. El inconsciente es nuestro verdadero ser y nuestra forma de evasión de la realidad que sufrimos mediante los sueños, permitiendo aliviar nuestra esencia. 

 


Artistas 

 

Múltiples artistas aseguran sentir una desconexión con su conciencia y una vinculación con un mundo propio donde hablan con ellos mismos y sus respuestas son diferentes a sus pensamientos habituales. En relación del inconsciente humano encontramos trastornos neurológicos y psiquiátricos, como el alzheimer y la esquizofrenia, que afectan de forma distinta al cerebro y al razonamiento humano. La esquizofrenia se caracteriza por delirios y alucinaciones que se manifiestan sin relación. Freud y otros psicoanalistas sugieren que se debe a conflictos en el inconsciente que emergen de manera alterada, sin capacidad de distinguir la realidad interna y externa. 

Brian Charnley, es un ejemplo de artista que sufría este trastorno y que se propuso culminar distintos autorretratos, pudiendo identificar los que hizo cuando sufría de episodios esquizofrénicos. William Utermohlen, artista que padecía de alzheimer, también se propuso realizar autorretratos, donde se puede observar la degradación de la memoria.

La relación entre la creatividad y el inconsciente se muestra en la profundidad de la mente humana, donde no surge de procesos conscientes sino que se alimenta de experiencias y sensaciones almacenadas a lo largo de los años en el inconsciente. El psicoanálisis y la contribución de Freud y Jung, han sido una herramienta para comprender el proceso creativo, liberando el flujo de acciones reprimidas, abriendo paso a caminos para la innovación. El inconsciente creativo nos permite un autoconocimiento más profundo, plasmando nuestros deseos y emociones más íntimas, resaltando nuestro auténtico potencial.

 

Disfruta en Abstrart de nuestra selectiva colección de obras de arte abstracto, reflejo de la realidad. 

 

"Supervielle" Jean Dubuffet

 

 

Bryan Charnley

 


"Pop Shop I" Keith Haring

 

 

Jackson Pollock
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